Otra de las rutas con las que tenía una espinita clavada por no haber ido, es la que recorre un lateral del lago Gjende por la archiconocida arista de Besseggen. Se puede decir que es la ruta del Cares de Noruega, casi a punto de superar en gente a la subida a Preikestolen, pero con un nivel un pelín más complicado que todas estas rutas antes mencionadas.
Vista del lago Gjende desde un poco más arriba de Gjendesheim
La ruta es bastante flexible en cuanto a días de marcha, rutas y opciones. Nosotros optamos por ir hacia Memurubu desde Gjendesheim y volver al punto de partida en barco. Pero se puede volver andando también por la orilla del lago, lo cual añade 4 horas más de marcha. Otra opción es seguir andando por el lateral del lago hasta otro refugio más al oeste, Gjendebu.
Tuvimos cierta suerte con el tiempo, porque fue muy cambiante. Tan pronto salían unos tímidos rayos de sol, como nos azotaba una fuerte ventisca con nieve, pero sin duda lo que no nos abandonó en ningún momento fue el frío y el viento que te congelaban las manos.
Admirando el panorama del lago Gjende mientras azotaba la nieve
Las manos las tenía heladas de frío, eso pasa por sacar chocolate de la mochila sin guantes
Solo hay un par de pasos complicados en el comienzo y una vez que se coge altitud hay un buen trecho de llaneo hasta llegar a la cima de Veslefjellet. Poco después hay una bajada bastante fuerte hasta el punto intermedio entre los dos lagos, Besseggen.
Destrepando antes de llegar a Besseggen
Vista de Besseggen y los dos lagos
Las dos fotos anteriores fueron tomadas en un intervalo de tiempo bastante corto, lo que muestra la facilidad con la que cambiaba el tiempo. La estampa de los dos lagos, cada uno de un color distinto y a diferentes alturas, es algo que merece la pena ver.
La procesión de gente era considerable
El lago Bessvatnet
Los lagos Bessvatnet y Gjende a distintas alturas y de distinto color
Después de un rato sacando fotos en la zona, nos pusimos en marcha de nuevo hacia Memurubu.
La forma y posición del pico Knutshø son muy curiosas
Al otro lado del lago se podía ver el Knutshø¸, montaña que todavía no sabíamos que subiríamos al día siguiente.
Momento Zen en medio de la tempestad
Seguimos el camino con una lluvia intensa hasta el otro refugio, el de Memurubu, cogimos un poco de calor dentro del bar/restaurante y fuimos al puerto a coger el barco de la destrucción. Digo de la destrucción porque casi todos íbamos completamente dormidos en él, después del duro día. Menos mal que no volvimos andando, porque ya hubiese sido demasiado para un solo día. Sobre todo para mí y mi pésima forma física.
Renos pastando justo después de cruzar la carretera haciendo parar a todos los coches
Un comentario sobre “Ruta: Gjendesheim – Veslefjellet – Besseggen – Memurubu”
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